Es innegable que los acontecimientos que tienen lugar en el mundo que hoy vivimos, en términos generales, son favorables a las ideas del progreso, de una democracia verdadera, y de avance hacían un mundo más justo que brinde la posibilidad de que los pueblos sean dueños de su propio destino. A pesar de esta tendencia a nivel mundial, los enemigos del progreso no descansan en sus pretensiones de seguir dominando el futuro del planeta y desarrollan ofensivas, que aunque a diferencia de algunos años atrás, se realizan en retirada, no dejan de ser peligrosas. Los acontecimientos que por medio de la prensa, nos llegan desde la hermana República de Cuba, dan fe de lo dicho anteriormente, ya que responden a la ofensiva general de las fuerzas interesadas en detener a como de lugar el avance de los pueblos hacia nuevos niveles de desarrollo de las fuerzas productivas que garanticen condiciones cónsonas con las necesidades de bienestar, educación y salud de nuestros países.
Lo que hoy hace noticia desde Cuba, y que gira alrededor de los “derechos humanos”, nos demuestran que el imperialismo aun cuenta con estrategias capaces no sólo de confundir a la opinión pública en general, sino hasta de neutralizar a muchas fuerzas que desde la izquierda podrían en un momento dado ofrecerle a Cuba toda su solidaridad.
Frente al drama de Cuba nos preguntamos de qué derechos humanos se habla, si de aquellos cuyos códigos de entendimiento permean nuestras mentes, las cuales aunque queramos o no, han sido moldeadas por la tradición occidental propia del capitalismo, o de otros, de los cuales no se habla al discutir, comentar o defender la posición cubana y que responden a la cultura socialista.
En este sentido, los últimos acontecimientos que han tenido lugar en Cuba y en donde se han visto involucrados diferentes personajes de la llamada disidencia , con resultados incluso lamentables de perdida humana, de manera interesada y calculada , han sido enmarcados en el ámbito de la violación de aquellos derechos humanos que responden a los códigos que manejamos en el mundo occidental, precisamente para que los esfuerzos que se hacen desde el interior de Cuba, no tengan el respectivo apoyo de la opinión pública de nuestros países.
Así las cosas, pareciera que en Cuba no hay derechos humanos, olvidando que precisamente allí se practican derechos humanos fundamentales , como el derecho a la educación, a la salud, al trabajo, a la vivienda entre otros, que son los que a fin de cuenta determinan la realización de otros como los derechos políticos, de pensamiento, de culto, etc.
Lo irónico de esta situación es que los mayores supuestos luchadores contra las” violaciones a los derechos humanos” en Cuba, nos referimos a los grandes poderes mediáticos, empresariales, políticos influyentes en sus países, etc., son precisamente los mismos que desconocen, niegan y adversan a que los pueblos de sus naciones, tengan derechos a la educación de calidad, a trabajos dignos, a condiciones de salubridad aceptables a su condición humana, etc.
Estamos nuevamente delante de un intento de un gran engaño, haciéndole ver a la gente cubana que la solución de sus problemas la tienen en sus manos aquellos que se rasgan las vestiduras ofreciéndoles libertades que en verdad nunca tendrán, pues ellos representan a sus verdaderos enemigos, dispuestos en el momento oportuno, a quitarles hasta el modo de caminar con tal de satisfacer sus inconfesables e insaciables deseos de poder y enriquecimiento en base al despojo de los recursos de nuestros pueblos. Hay que recordar el gran engaño en la otrora Unión Soviética y otros, como en el caso particular de Panamá, en lo que se refiere al papel jugado por la Cruzada Civilista de entregar el futuro de nuestro pueblo a sus propios verdugos.
Causa pena que la preocupación por presuntas violaciones de derechos humanos de una o dos persona aisladas , no sea acompañada por una correspondiente preocupación por los derechos humanos en Honduras en donde ,con el golpe militar y su régimen continuista, han muerto 300 persona y de ellas 10 periodistas. Las voces que se escandalizan por Cuba nunca dijeron nada por las muertes de la guerra antipopular en Centroamérica… de los 200,000 muertos de Guatemala; los 75 000 de El Salvador, de los 50,000 muertos por la Contra negropontina en Nicaragua, de los 5.000 civiles inocentes presos en Colombia por supuesta actividad guerrillera y de los 50 000 muertos en ese mismo país , por la represión militar y paramilitar para limpiar aldeas en aras de proyectos hidroeléctricos y de concentración de tierras en manos de pocas familias para cultivos privilegiados de exportación como agro combustibles, sin dejar de mencionar los miles de muertos de Irak, Afganistán y Palestina.
Por supuesto esto lo mencionamos para un continente americano ya dolido por la guerra antisubversiva en Sudamérica con su múltiple Operación Cóndor en Chile, Bolivia, Paraguay, Argentina y Uruguay.
¿Y qué decir de los miles de inocentes sacrificados por la corta vida tronchada por la negación sistemática de derechos socioeconómicos? Se calcula que en América latina 29 millones de personas de su población total están condenadas a morir prematuramente por no alcanzar la expectativa de vida normal para la época por esta denegación de derechos.
Entonces… ¿por qué ahora el Occidente imperialista siente la urgente necesidad de atacar a Cuba? ¿Será porque el socialismo demuestra su vialidad real a pesar de las predicciones en su contra? ¿Será tal vez porque la integración de los pueblos latinoamericanos demuestra su gran potencial?
Realmente ello es así por cuanto que la creciente reacción de los pueblos del mundo contra el imperialismo y el neocolonialismo encuentra su punto de mayor intensidad en la región latinoamericana.
Esto, a partir de las expresiones particulares de varios países sudamericanos y centroamericanos que reasumen su identidad con dignidad en una grandiosa sumatoria colectiva que es la constitución de un ente regional que excluye expresamente a los Estados Unidos y Canadá. No puede concebirse una mayor demostración del grado de maduración de la colectividad regional.
Es por ello que para el imperialismo y el neocolonialismo ha llegado la hora de tocar el clarín de apresto y movilización contra los pueblos del sur. Se ha desatado en consecuencia una verdadera batalla ideológica. En esta dinámica confrontacional esperan contener a los decididos, atraer a los indecisos y controlar a los sumisos.
No es de extrañar que la Unión Europea adopte la llamada “posición única” contra Cuba, alineando tras de sí a los gobiernos de las naciones europeas del mediterráneo y del este con posiciones sumisas para contrarrestar la insumisión de sus propios pueblos. Pero es en Latinoamérica en donde este aquelarre mediático busca una mayor resonancia y persigue escindir los frentes políticos con fuerte grado de tibieza, como en Chile, donde tal ofensiva anticubana permite alinear en un solo lado a los democratacristianos de la Concertación junto a los piñeristas y pinochetistas
También en Argentina y Brasil, próximos a un deslinde electoral, se esperan aflojamientos políticos, merced a la ofensiva anticubana, que permitan reagrupar a la derecha.
Por lo anterior llamamos a todas las personas conscientes a mantener una posición única de verdad y anular los intentos de descalificar a los defensores de Cuba, manteniendo una posición común por la democracia, la integración latinoamericana y el repudio al neocolonialismo y la oligarquía.
RUBEN D. SOUZA B.
Coordinador General del
Partido del Pueblo de Panamá
Panamá, 23 de abril de 2010.
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