El XVII Encuentro del Foro de São Paulo, reunido en Managua, en ocasión del 50 Aniversario de la fundación del Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua y 116 años del natalicio del General Augusto C. Sandino, contó con la participación de 640 delegados de 48 partidos miembros pertenecientes a 21 países, y 33 invitados de 29 partidos pertenecientes a 15 países de África, Asia y Europa.
Las organizaciones y participantes presentes en el XVII Encuentro debatieron durante cinco días temas de gran interés para los pueblos latinoamericanos y para toda la humanidad, tales como: el proyecto alternativo de las fuerzas populares, progresistas y de izquierda en América Latina y el Caribe; los logros de los gobiernos y parlamentos nacionales, estatales y locales impulsados por los partidos del Foro; la crisis internacional, en todos sus aspectos: económico, alimentario, energético, climático, social y político; la lucha por la descolonización y la soberanía nacional; las amenazas y tragedias causadas por las políticas del imperialismo y la derecha, tales como el narcotráfico y el crimen organizado, que atentan contra la paz, los derechos humanos y los derechos de los pueblos.
Debatimos, también, asuntos de importancia trascendental, como la necesidad de democratización de la información, la comunicación y la cultura; la lucha por ampliar los derechos y la participación de las mujeres, los jóvenes, las etnias y pueblos originarios; la defensa de los derechos de los trabajadores migrantes y sus familias; los desafíos de los movimientos sociales; la temática de la defensa y de la seguridad.
Los partidos políticos participantes del XVII Encuentro, que ya gobernamos una importante cantidad de países en nuestro continente, reafirmamos nuestra firme disposición a seguir construyendo un cambio de época, lo que incluye alcanzar nuevos avances de la izquierda y fuerzas populares y progresistas latinoamericanas y caribeñas en las elecciones de este año 2011; en Argentina, para derrotar a la derecha y profundizar los cambios; en Perú, con un patriota identificado firmemente con la democracia y comprometido con que la prosperidad económica llegue a los sectores empobrecidos de su país, Ollanta Humala; en Nicaragua, con el experimentado combatiente y estadista, líder revolucionario sandinista, Comandante Daniel Ortega; y en Guatemala, con la luchadora por los derechos de nuestros pueblos originarios y Premio Nóbel de la Paz, Rigoberta Menchú como candidata de todas las fuerzas unidas de la izquierda en lo que constituye un logro histórico que nos llena de júbilo.
El Foro de São Paulo felicita por su valentía y su vocación indeclinable por la democracia, al Presidente Rafael Correa en ocasión del incuestionable triunfo obtenido en el referéndum para el establecimiento de políticas que profundicen el proceso de cambios que se vive en Ecuador.
Las victorias de la izquierda desde la elección del Comandante Hugo Chávez en 1998 hasta el triunfo del FMLN con Mauricio Funes en 2009 expresan nuestra fortaleza política, en parte como resultado del rechazo al neoliberalismo y a la política tradicional; pero sobre todo por la actividad política organizada de la izquierda que de este modo, ha alcanzado no solamente gobiernos nacionales, sino gobiernos locales, gobernaciones territoriales y espacios en los poderes legislativos. Desde estas nuevas posiciones de poder político nos hemos planteado como objetivo el desmontaje del modelo neoliberal y la construcción de una alternativa que responda a las demandas inmediatas e históricas de nuestros pueblos.
Las políticas de gobierno impulsadas por la izquierda y fuerzas populares y progresistas latinoamericanas y caribeñas, orientadas a la redistribución de la riqueza, al control de los recursos naturales, a la creciente participación de los ciudadanos y los sectores sociales en la vida política y económica acompañada de la correspondiente institucionalización de tales procesos, marcan el rumbo hacia ese proceso de cambios que tiene como punto de referencia inicial, la necesidad de formular y construir proyectos alternativos al neoliberalismo. La redistribución del ingreso, la democratización de la comunicación y la defensa de la soberanía nacional constituyen banderas comunes e indeclinables de las fuerzas de izquierda en el continente.
La superación del neoliberalismo surgirá de la diversidad de los procesos nacionales, de la unidad de las fuerzas progresistas y de izquierda, de su consolidación, de la profundización de los cambios y como parte de ella, de la radicalización de la democracia, lo cual podrá habilitar etapas superiores del desarrollo social. La crisis capitalista en curso representa para los movimientos sociales nuevos desafíos; no solamente la denuncia del modelo neoliberal, sino también la construcción de alternativas históricas.
Las políticas y logros de las fuerzas de izquierda en el gobierno a favor de los sectores populares de nuestro continente se manifiestan en proyectos de construcción social que se corresponden, cada uno de ellos, con las realidades de los países correspondientes, entre los cuales se ha destacado siempre la Revolución Cubana, en este momento empeñada una vez más en su perfeccionamiento, mediante la actualización de su modelo económico con la más amplia participación popular, lo cual adquiere un significado muy particular teniendo en cuenta que el proceso revolucionario en la mayor de las Antillas ha sido fuente de inspiración para los revolucionarios del mundo, y que sin su contribución no habría sido posible el auge de la izquierda y el movimiento popular en América Latina con la llegada del nuevo siglo.
Nos pronunciamos una vez más repudiando la terrible injusticia, la arbitrariedad, la falta de ética y la doble moral que aplica el imperialismo norteamericano en contra de los cinco héroes cubanos luchadores contra el terrorismo, a quienes se mantiene encarcelados mientras por otra parte, se protege y se absuelve aún de delitos mayores a un terrorista confeso y delincuente como Luis Posada Carriles, y mientras se aplica desde hace cincuenta años el más prolongado bloqueo que se haya ejercido en contra de país alguno en el mundo, con el objetivo de rendir por hambre y enfermedades a todo un pueblo por el hecho de haber decidido construir su propio destino de una forma que no es del agrado de los poderosos del mundo.
Procesos revolucionarios y de cambio social progresista se desarrollan en América Latina mostrando con sus políticas y con el impulso de proyectos alternativos, que los intereses populares sólo pueden ser defendidos con efectividad si se cuenta con una fuerza política organizada que presente batalla a la derecha, la oligarquía y el imperialismo. Muestra de ello y de las políticas antes señaladas, además de la Revolución Cubana y su ejemplo ya mencionados antes, son: Nicaragua con su Revolución Sandinista nuevamente en marcha, cristiana, socialista y solidaria; Venezuela con la Revolución Bolivariana y la construcción del socialismo del siglo XXI; El Salvador con el desplazamiento del poder de la oligarquía y la gran madurez del FMLN respecto a sus alianzas en relación con el gobierno que ha iniciado cambios favorables en el país; así como también los grandes cambios en Brasil y Uruguay; Bolivia con la construcción del Estado Plurinacional y el socialismo comunitario; Ecuador con la Revolución Ciudadana; Paraguay alcanzando mejorías notables en las condiciones de vida de su pueblo; Argentina rescatando al país de la postración y la debacle en que lo había sumido el neoliberalismo y promoviendo nuevos derechos.
Con todo, los éxitos obtenidos en las luchas recientes, no deben llevarnos a desconocer el peligro que se cierne ante nosotros con el contra-ataque del imperialismo, la derecha y las oligarquías locales en nuestro continente, a cuyo servicio se encuentran listas a actuar en cualquier momento, las bases militares extranjeras en diversos países y territorios coloniales. Asimismo, en sus ataques contra los gobiernos progresistas y revolucionarios, la derecha ha recurrido sistemáticamente al fraude electoral, cuyo ejemplo más evidente es el de México; y ha retomado el uso de los golpes de Estado, los cuales han sido derrotados por las fuerzas populares en Venezuela, Bolivia y Ecuador.
El Foro de São Paulo reafirma su apoyo al Frente Nacional de Resistencia Popular de Honduras (FNRP) en su lucha de resistencia contra el gobierno actual que no es sino una prolongación del golpe de Estado perpetrado contra el gobierno legítimo de José Manuel Zelaya. Acompañamos el proceso de mediación en curso para el regreso del Presidente Zelaya.
Reafirmamos que mientras las demandas del FNRP no sean cumplidas, no aceptamos el regreso de Honduras a los espacios internacionales de los que fue correctamente expulsada, tales como la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Sistema de Integración Centroamericano (SICA), el cual se encuentra en una verdadera parálisis como parte de toda una crisis generada por el golpe de Estado.
Reiteramos nuestra firme convicción de que el conflicto interno en Colombia, con profundas raíces históricas y socioeconómicas, solamente puede ser resuelto por la vía de la negociación política. Reafirmamos nuestro apoyo al Polo Democrático Alternativo, partido de la unidad de la izquierda colombiana y único partido de la oposición.
Expresamos nuestra solidaridad con la lucha del pueblo haitiano por la reconstrucción de su país, la superación de las consecuencias de las políticas que lo han llevado a la miseria, incluídas las desplegadas ante los desastres naturales, y en defensa de su soberanía frente al intervencionismo de los EEUU y otras potencias imperialistas.
Apoyamos la lucha del Pueblo Mapuche en Chile, que exige su reconocimiento como pueblo originario.
El XVII Encuentro del Foro de São Paulo tiene lugar en momentos particularmente complejos y dramáticos a nivel mundial. Las rebeliones populares en los países árabes, entre las que se destacan Túnez y Egipto nos muestran que los pueblos no permanecen pasivos eternamente, pero también nos recuerdan que la reacción mundial y el imperialismo no permanecerán nunca indiferentes y harán lo que sea para frustrar el empuje revolucionario de esa rebeldía.
Destacamos la flagrante violación de la soberanía nacional de Libia, cuyo pueblo está siendo bombardeado por las fuerzas de la OTAN en lo que constituye un ataque masivo de las potencias imperialistas del mundo contra una sola nación, soberana e independiente que por tanto, tiene el derecho de escoger por sí misma, el régimen socioeconómico y político que más le convenga y que se corresponda con sus propias aspiraciones, su cultura y su forma de ver el mundo y la vida; así como a resolver sin imposiciones externas sus problemas y confictos internos.
El Foro de São Paulo demanda el cese de la agresión imperialista contra el pueblo libio, comenzando con la suspensión inmediata de los bombardeos; de la misma manera que plantea la necesidad de un cese al fuego por ambas partes en conflicto dentro de Libia, poniendo fin a la confrontación fraticida, con el fin de lograr una solución pacífica a la guerra civil, sin condiciones previas que solamente obstaculizan los esfuerzos que puedan hacerse por alcanzar la paz.
En tal sentido, hacemos propias todas las iniciativas que promueven la paz en Libia, tales como las que hicieran el ALBA, la Unión Africana y el grupo integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Nos solidarizamos con la lucha del pueblo palestino por la creación de un Estado nacional independiente y saludamos el acuerdo entre sus diversas fuerzas políticas, a la vez que exigimos el restablecimiento de las fronteras existentes en 1967. Saludamos y manifestamos de nueva cuenta nuestro apoyo al pueblo saharaui y la República Árabe Saharaui Democrática por el reconocimiento de su soberanía nacional, y llamamos a la Organización de las Naciones Unidas a intensificar los esfuerzos para que el pueblo saharaui pueda ejercer su derecho a la autodeterminación mediante un referéndum de acuerdo al derecho internacional.
El Foro de São Paulo reitera su posición de que el terrorismo no se puede combatir con más terrorismo, desprecio a la soberanía nacional, violencia contra civiles y ejecuciones individuales.
Las élites de poder en los países dominantes han recurrido al estigma del terrorismo para criminalizar la justa lucha de los pueblos por su libertad y en defensa de sus derechos, mientras por otra parte se practica el terrorismo de Estado y en aras de ello se hace uso del pretexto de las acciones “humanitarias”. Asimismo denunciamos la pretensión de EEUU de imponer su agenda de Seguridad Hemisférica, particularmente en algunos países, cuyos gobiernos de derecha impulsan la militarización de la seguridad pública amenazando la democracia, la paz y los derechos humanos.
En un mundo globalizado, donde las fuerzas de la reacción mundial y el imperialismo actúan de manera cada vez más agresiva, y en un momento caracterizado por una de las más profundas e integrales crisis del sistema capitalista, se hacen más necesarios que nunca los procesos de integración, una de las garantías para que nuestro continente tenga una identidad y un peso específico con capacidad de influencia en el mundo actual.
En ese sentido, es oportuno destacar la derrota de la iniciativa norteamericana de la Alianza de Libre Comercio de las Américas (ALCA), y el impulso de alternativas como la Alianza Bolivariana de los pueblos de América Latina y el Caribe (ALBA), iniciativa que se destaca entre los espacios de integración y unión latinoamericana y caribeña, por la práctica sistemática de la solidaridad entre los pueblos, el mejoramiento en las condiciones de vida y en la defensa de los derechos sociales de los sectores populares en los países que forman parte de esta alianza y en otros que sin ser miembros, se han beneficiado de sus proyectos específicos.
Una importantísima expresión de integración continental soberana es UNASUR, donde los países sudamericanos avanzan en la defensa de los intereses comunes de nuestros pueblos. Saludamos el rol de UNASUR contra los golpes de Estado en Bolivia y Ecuador, y con el acuerdo colombo-venezolano de normalizar sus relaciones. Reconocemos el rol del recientemente fallecido ex presidente argentino Néstor Kirchner como primer secretario general de ese organismo.
Un verdadero acontecimiento histórico se está gestando desde el momento en que unánimemente, los países miembros del Grupo de Río decidieron la conformación de una nueva organización continental que agrupará a todos los países de América Latina y el Caribe: la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Demandamos la inclusión de Puerto Rico en ese organismo como una forma de avanzar en la lucha por lograr el reconocimiento pleno de su derecho a la soberanía nacional.
La persistencia del colonialismo constituye una situación particularmente grave en nuestro continente, que afecta directamente a Puerto Rico, Martinica, Guadalupe, Curazao, Aruba, Bonaire, la “Guyana francesa” y las islas Malvinas argentinas, lo cual constituye un obstáculo para la realización completa del proceso de integración, a la vez que representa una amenaza para la soberanía de los pueblos de América Latina y el Caribe. El Foro de São Paulo reafirma su solidaridad con los pueblos de todos los continentes que luchan por el respeto de su soberanía y se oponen a la dominación y a la explotación.
El imperialismo, la derecha continental y las oligarquías pretenden retardar e impedir la integración continental. Este fue el propósito del ALCA, así como de los Tratados de Libre Comercio y, también, del Acuerdo del Pacífico, firmado en Lima y que reunió a los gobiernos de México, Colombia, Perú y Chile interesados en un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y alineados a la política exterior de Washington.
Destacamos que el Foro de São Paulo realizará su próximo encuentro en Caracas en solidaridad con la Revolución Bolivariana, con motivo de la instalación de la CELAC y en el marco del Bicentenario de nuestras independencias.
Hay que resaltar la vital importancia que en este XVII Encuentro del Foro de São Paulo ha tenido el debate sobre los temas de la estrategia y de los proyectos alternativos de la izquierda latinoamericana y caribeña, y la unidad de los pueblos de nuestro continente para la defensa de sus intereses frente a las acciones de las grandes potencias que pretenden perpetuar su dominación histórica que nos ha sumido en la miseria y las injusticias sociales. Sólo unidos podremos vencer y esa es la razón de ser del Foro de São Paulo como espacio de encuentro de las fuerzas populares, progresistas y revolucionarias que luchan por un continente con justicia, libertad y prosperidad y un futuro socialista para nuestros pueblos.
Es importante destacar que Nicaragua, país sede de este XVII Encuentro del Foro de São Paulo, se dispone a un nuevo triunfo de la izquierda latinoamericana y caribeña en el mes de noviembre con su candidato, el Comandante Daniel Ortega a quien brindamos todo nuestro apoyo. El XVII Encuentro del Foro de São Paulo concluye expresando su profunda gratitud al pueblo nicaragüense y manifestando su más firme respaldo al triunfo electoral del Frente Sandinista de Liberación Nacional.
VIVA LA UNIDAD DE LOS PUEBLOS DE AMÉRICA LATINA Y CARIBE.
Managua, 20 de mayo de 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario